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¿CELEBRÁIS A ESTA MUJER, EN LUGAR DE MALDECIRLA?

Francisco Antón y Dolores Ibárruri

Francisco Antón y Dolores Ibárruri

El caso de Francisco Antón tiene interés porque hoy andan llevando flores a esa heroína del pueblo que es Dolores Ibárruri y porque la purga de Antón fue la primera que terminó sin mandar asesinos a que le despacharan, sin despacharlo a él camino de Asia Central o sin delatarlo a la policía franquista.

Para entender los hechos, conviene recordar que ambos, ella y Francisco Antón, quince años más joven, eran amantes desde 1937 hasta que éste prefirió a una muchacha de 25 años con la que terminó casándose.

Hago gracia de la polémica en la que se pretendió amparar esta purga porque era falsa y sólo ocultaba las cuchilladas por la subsistencia que se repartían los «rusos» (Ibárruri, Lister, Mije, etc.) y los «parisinos» (Carrillo y Antón) y porque su irrelevancia es completa y todos sus protagonistas sabían que las acusaciones que se iban a preparar, según los usos y costumbres estaliniacos, no necesitaban de ninguna correspondencia con la realidad.

La cosa comenzó un 25 de octubre de 1951 con un discurso de la Ibárruri en el que llamaba a la «vigilancia revolucionaria» permanente en la lucha contra «la banda de espías y provocadores titistas, a las órdenes de los servicios policíacos imperialistas». Era el introitus del aquelarre.

A Carrillo y a Antón se les acusó de no dar correcta información a los rusos. La imputación parecía inocente, pero a Uribe se le envió a París para que oficiara los interrogatorios. Carrillo salió del paso con una «autocrítica» rastrera. Antón intentó hacer lo mismo, pero él había sido el elegido.

El 28 de junio de 1952, la Ibárruri escribió a los demás miembros del Politburó advirtiéndoles de que Antón había ido más allá del «vicio caciquil», que su actividad era «fraccionalista de la peor estirpe» (esto, hasta ese momento, costaba la vida) y lo acusó de ser agente de la policía, lo que costaba dos veces la vida.

El «proceso» se prolongó casi dos años y terminó en el 54, con Stalin muerto, posiblemente la única razón por la que Antón se libró de ser muerto o deportado. Por su parte, cuando Carrillo se dio cuenta de la situación, también según los usos y costumbres de la Casa, se apresuró a clamar contra su amigo: crucificadlo, crucificadlo: «Creo -dijo- que la actividad fraccional de Antón consiste en que, llevado de su vanidad, de su egolatría, practicando métodos personales que en el Buró Político solo pueden llevar a la división de la dirección, Antón llevó una lucha contra los camaradas de la dirección del partido que se hallaban fuera, mostró resistencia y hostilidad a todas sus opiniones»

Antón redactó una primera confesión en la que se acusaba de que debido a su origen burgués, había intentado destruir al PCE. No bastó. Se le imputó, entre otras cosas, por fraccionalismo y desobediencia a la autoridad del Politburó, por minar la lucha revolucionaria de las masas e incumplir la democracia interna (sic) por usar el terror para sancionar o expulsar (sic)… Se le ordenó que redactar otra confesión en la que, además de aceptar e inculparse de lo anterior, debía explicar qué le había incitado a preparar la destrucción del PCE y si era «consciente de la política criminal puesta en práctica por él»…

El 13 de noviembre del 53 la propia Dolores Ibárruri intervino. Dijo que el que había sido su amante (cierto que para entonces nadie se acordaba de que la fiscala había retozado con el acusado durante años) «Favorecía a los enemigos más rabiosos del partido, a los enemigos de la clase obrera, a los enemigos de la democracia, a los servicios policiacos de no importa que país imperialista». y en un paroxismo de depravación nauseabunda, aportaba como «prueba» de cargo, el hecho de que Antón había sido enviado, en 1940, por los nazis a la Unión Soviética.

Digo que esto último era un paroxismo de depravación, porque lo que en realidad había pasado es que Antón fue apresado por la Gestapo e internado en el campo de concentración de Le Vernet. A instancias del PCE, es decir, de la propia Pasionaria, se negoció con los nazis un cambio de prisioneros, Antón fue liberado y con pasaporte soviético, atravesó Alemania en compañía de un diplomático ruso.

Con Stalin muerto, Antón fue condenado a ser «reeducado» en una fábrica polaca, aislado de todos los miembros del PCE y de su propia familia… Tuvo suerte porque, con estas palabras, puso fin La Pasionaria al caso Antón:

«Hemos desenmascarado y arrojado de nuestras filas a los Hernández, a los Comorera y a los Del Barrio, tipos de conciencia podrida, cuyos dientes ratoneros se han mellado en el acerado tejido muscular del Partido … Y ahí están, engargantados como capones en cebadero, contando las glorias del imperialismo de cuyos desperdicios se alimentan».

Cartel conmemorativo del 25 aniversario de la muerte de D. Ibárruri

Cartel conmemorativo del 25 aniversario de la muerte de D. Ibárruri

Y sin embargo, en una de las páginas de Izquierda Unida aparece esta fotografía y más de ocho mil personas dicen que les gusta. La acompaña el siguiente texto: «Hoy hace 25 años que nos dejaba Dolores Ibárruri ‘Pasionaria’. Una mujer que dedicó toda su vida a luchar por la libertad de su pueblo, contra el fascismo y por los derechos de la clase trabajadora. Una flor y una heroína del siglo XX. ¡Dolores vive!».

¿Cuántas de esas personas saben quién fue? Sujetamos sobre cimientos podridos una costra de falsedades. Admiramos la vileza, adulamos a los canallas porque todas las realidades dejan de ser consistentes:

«De la misma manera que el terror incluso en su forma pretotalitaria y simplemente tiránica, arruina todas las relaciones entre los hombres, así la autocoacción del pensamiento ideológico arruina todas las relaciones con la realidad. La preparación ha tenido éxito cuando los hombres pierden el contacto con sus semejantes tanto como con la realidad que existe en torno de ellos; porque, junto con estos contactos, los hombres pierden la capacidad tanto para la experiencia como para el pensamiento. El objeto ideal de la dominación totalitaria no es el nazi convencido o el comunista convencido, sin las personas para quines ya no existen la distinción entre el hecho y la ficción (es decir, la realidad de la experiencia) y la distinción entre lo verdadero y lo falso (es decir, las normas del pensamiento)».

Hannah Arent. Los Orígenes del Totalitarismo.

EL SECRETARIO GENERAL

El Golem al mando de Podemos

El Golem al mando de Podemos

La situación, si en algún momento hubo esperanza, ya es irreversible. Con la rapidez de quien sabe que «la ventana de oportunidad» no estará siempre abierta, Iglesias ha purgado el partido, ha concentrado el poder en sus manos de forma absoluta como Secretario Geneal, título y corona no sólo de resonancias estaliniacas, sino calco y copia de ese poder absoluto de burócrata providencial, de timonel, de padre del pueblo; y ha girado, con la misma convulsión oportunista que siempre fue la sustancia «ideológica» del estalinismo, hacia las artes de tahúr sin frenos.

Podemos, si es que alguna vez pudo ser otra cosa, ya sólo es la flauta del flautista de Hamelin, el instrumento a cuyo silbido acude una polvareda humana que, como se dice en el artículo, abuchea o aclama… impotente.

«Podemos ya es un partido vertical -dice Víctor Alonso en este artículo- con casi todo el poder concentrado en el Secretario General, que sin duda será Pablo Iglesias. Los mecanismos revocatorios y de control siguen siendo débiles. Este contará con la potestad de escoger al equipo ejecutivo de coordinación. También ha escogido directamente a los 62 que irán en la lista para el Consejo Ciudadano. Sabemos que saldrá, y dará igual quién vaya en ella. Es su lista. Hasta al Comité de Garantías que habrá de controlarlo ha sido escogido por él. No hay palabras».

Habéis diluido la clase obrera en el «pueblo» y el pueblo en un Jefe, que no es un cínico porque ni se molesta en ocultar su volubilidad, en decirse «hombre de Estado» y en escupir de sus adentros lo dicho antes de ayer, porque eso no ayuda a recopilar votos.

Izquierda Anticapitalista moldeó un Golem y ahora la bestia de barro, engreída, adulada, presa de libidinosa pasión por su propia voz, se ciñe la corona como si fuera un Napoleoncito imperando en una corrala.

El único argumento que queda a favor de Podemos es que lo demás es igual o peor. Pues bien, votad a Podemos, pero acto seguido idos a la calle, porque la Libertad no está en unas elecciones. Es una puta huidiza que ejerce su industria por las esquinas sombrías.

Aquí, el artículo de Víctor Alonso Rocafort: «La Carta VII y la fundación de Podemos».

Platón: Carta VII

«EN EL ANTRO DE LAS FIERAS»

Sofía Casanova, corresponsal de ABC en Rusia durante la revolución

Sofía Casanova, corresponsal de ABC en Rusia durante la revolución

La dama jamona de la fotografía es Sofía Casanova, corresponsal de ABC en Rusia durante la revolución. Los días 1 y 2 de marzo de 1918 el libelo borbónico publicó una entrevista hecha por esta mujer a Trotsky. «En el antro de las fieras», la tituló y ese antro era el instituto Smolny, que un servidor intentó visitar en 1980 con peor fortuna que la que tuvo esta señora gorda.

El texto es conmovedor. Enternece, casi, el poético miedo que destila, el miedo de la jamona, pero más aún el de su criada Pepa, de la que se hace acompañar, no se sabe si temiendo o soñando violencias y forzamientos: «A dónde me leva, señora -dice Pepa mientras sube por las escalinatas del Smolny- mire que aquí nos matan a canalla esta muy armada«.

De la entrevista con Trotsky y de los pasillos del Smolny, la jamona salió tan virtuosa como entró y su pobre criada Pepa, también.

Entrevista de Sofía Casanova a León Trotsky

 

ASESINOS

Asesinos

Asesinos

Nunca se mancharon las manos con el óxido de la palanca del garrote. La sangre de los muertos y de de los reventados por la tortura nunca les salpicó la pulcra camisa, el vómito de los atormentados nunca les cayó sobre los zapatos… pero son CRIMINALES cuya vida entre los hombres es una ofensa. Que sigan vivos y libres y prósperos ofende al género humano y nos ofende a nosotros incapaces, durante cuarenta años, de llevarlos ante el severo tribunal de los gusanos.

http://www.publico.es/politica/553775/argentina-ordena-detener-a-martin-villa-y-al-suegro-de-gallardon-por-la-causa-contra-el-franquismo

EL GOLEM

"El Golem" es una novela del austríaco Gustav Meyrink

«El Golem» es una novela del austríaco Gustav Meyrink

Al rabino Loew se le torció el Golem y a Izquierda Anticapitalista también, el suyo propio, más canijo, más tirillas, pero más voraz. Con un golpe seco, los demiurgos de Podemos van a ser purgados.

Ayer, este monstruo de barro se definía como hombre de Estado. Ya no se trata de escribir libros, sino de gobernar. Con un cinismo que quita las ganas de comer, desautoriza sus propias palabras y sus propios textos e instaura la volubilidad, la inestabilidad radical que se requiere para aprovechar la oportunidad, el oportunismo.

No se puede decir que esto sea una sorpresa. Primero apareció Monedero (ese trasunto de Guerra) advirtiendo del peligro de un golpe de estado dentro de Podemos, del peligro de que «un partido» se quisiera hacer con su control. Esto de acusar a otros de lo que uno está haciendo o está a punto de hacer es muy viejo, pero si existía el peligro de que «un partido», Izquierda Anticapitalista para hablar claro, intentara ser dominante en Podemos, este no es un peligro de naturaleza y condición distinta al de que otro grupo, la tropa de Iglesias, Monedero, Errejón, Bescansa, etc. se haga con ese control; y esto es, exactamente, lo que está pasando. Más allá de las letanías, dengues y gorigoris sobre «la gente» y su investidura de poder, es la tropa de Somosaguas la que se ha hecho con el control absoluto de Podemos mediante un «Consejo Ciudadano» o Comité Central irrelevante y un Secretario General que designa a su propio Politburó, completamente relevante.

El cinismo se volvió ya de factura destiladamente estaliniaca cuando Monedero (fue él, si no recuerdo mal) justificó la prohibición de que militantes de partidos de ámbito estatal tuvieran acceso a los cargos de Podemos, diciendo que esto se hacía para que topos del PP y del PSOE no infectaran el partido. Esta hipótesis, grotesca por otro lado, sólo tiene el efecto de expulsar, sin compromisos, a Izquierda Anticapitalista de Podemos, y la forma bastarda con que los de Somosaguas airean su propio «golpe de Estado» dentro de Podemos, debería ser suficiente para desvelar ante qué clase de gente estamos, cuál es la sustancia de la que está hecha esta cuadrilla. Pero es que, además, si existe el peligro de que topos de «la casta» infiltren Podemos es porque el gang de Somosaguas ha debilitado los mecanismos de control y revocación hasta convertirlos (cundo se consume el triunfo plebiscitario de la propuesta de Iglesias, será así) en quincalla y apariencia.

Y al mismo tiempo que sucede esto, que con este golpe seco el Gang destruye cualquier grupo organizado (tampoco caben las fracciones o tendencias dentro de Podemos) que pueda discutir o resistir su voluntad, en una escena que ya conocemos aquellos a los que nos blanquea el lomo, este nuevo Golem advierte: o se me obedece o me voy. Ved lo que hacéis vosotros, que sin mi no sois nada.

No hay que prevenir ningún «golpe de Estado» dentro de Podemos. Ya se ha dado. Se veía venir, era seguro que así pasaría, no era necesario estar ungido del don de la profecía para predecir ese futuro. Hace tiempo lo escribí aquí. Lo ha dado uno que ahora dice que lo que escribía, que lo que decía, es polvo y desperdicio, extravagancias, turbulencias irresponsables de literato que ya no valen porque ahora él es un hombre de Estado.

Bien, que lo sea. Sit divus, dum non sit vivus!

YUNQUE O MARTILLO

Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero

Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero

Desde mediados de los 60 lo único que determinó la «línea política» del PCE fue dar garantías de lealtad al capitalismo español (en realidad esto no es así. No fue desde mediados de los 60, sino desde el primer día de la guerra. Incluso el nomen iuris de «política de reconciliación nacional» ya había aparecido a partir del año 37, pero no hace falta irse tan lejos ahora). El PCE proponía una alianza contra Franco con la «burguesía», con los católicos e incluso con los militares, y el valor que se adjudicaba era su capacidad de control del movimiento obrero. Carrillo lo dijo varias veces, sólo el PCE daba la seguridad de una transición no violenta, sólo el PCE podía ofrecerse como una fuerza contrarevolucionaria eficaz… lo cual era cierto.

Entonces, en medio de la descomposición de la autocracia franquista, también se abría «una ventana de oportunidad» (Iñigo Errejón dixit) y lo que se proponía era una amplia alianza interclasista, «transversal», que sin discutir el capitalismo, fuera el cimiento de un cambio político. En eso el PCE fue muy sincero y sus fatigas y afanes se extenuaron durante la «modélica transición» en contener y apagar movilizaciones y en acabar o dejar que la policía tardofranquista acabara, con todos aquellos partidos y sindicatos que habían surgido o existían a su izquierda. Su fidelidad al régimen quedó en esto aquilatada.

Ahora estamos otra vez frente a este déjà vu, mutatis mutandis, naturalmente. Leo que Errejón ha dicho, con una sinceridad llena de inocencia, las siguientes cosas:

1.- «Existe una suerte de ventana, una grieta causada por la desintegración del régimen político del 78; un espacio que podría servir para lograr un cambio político, económico y social».

2.- Ese cambio hay que lograrlo antes de que las «élites» oligárquicas recompongan sus filas, es decir, antes de que la crisis económica deje de empobrecer a la «gente», esto es, a esa muchedumbre que bulle en la parte central de la campana de Gauss, a las clases medias (reales o que así se quieren imaginar a sí mismas) y que necesitan o quieren un capitalismo humanitario y honrado.

2.- Para eso es necesaria una «maquinaria eficaz de guerra electoral», es decir, la estructura de partido que pretende y va a imponer Pablito Iglesias, una estructura literalmente calcada de la de los antiguos partidos estaliniacos: Un Secretario General, Un Politburó y un Comité Central, siendo los dos primeros, los únicos órganos con poder ejecutivo real, es decir, con Poder.

Pues bien, lo primero es cierto. Existe esa suerte de ventana que dice Errejón y no existirá indefinidamente. Habrá que aprovecharla antes de que «las élites» oligárquicas recompongan sus filas ¿pero para qué? Para ganar las elecciones, dicen los chicos de Somosaguas y «devolver la soberanía al pueblo».

No se puede devolver a alguien lo que nunca ha tenido y esto no es sólo una consideración semántica; primero porque ese concepto de «pueblo» no ha existido nunca. Es una construcción ideológica del siglo XVIII o el propio nombre con el que aquella burguesía se definía para honrar su plebeya condición; en segundo lugar porque el poder es un hecho contingente que no se define mediante un cuerpo jurídico nacido del sufragio, sino por la posesión práctica de capital y armas.

Errejón y estos chicos de Somosaguas dicen que hay que actuar antes de que las oligarquías (esos sujetos que tienen capital y armas) se recompongan para poner en su sitio a la «casta», es decir, a sus representantes políticos, y la actuación que propone es ganar unas elecciones, arrebatar a los representantes políticos de los que tienen armas y capital, la redacción del BOE, no las armas y tampoco el capital. Proponen, estos muchachos, circunscritos al sentido práctico y posible de las cosas, que la oligarquía capitalista mundial ceda sus armas y su capital cuando se vea enfrentada al estremecedor hecho de que Pablo Iglesias Turrión se lo pida.

Pues no, no hay cambio político sin cambio social y no hay cambio social sin expropiación y no hay expropiación si ésta no es predicada desde la convincente boca de los cañones. Si en lo que la tropa de Somosaguas dice hubiera una traza diminuta de sinceridad, Iñigo Errejón se habría visto obligado a afirmar que lo que se necesita es una máquina eficaz de guerra revolucionaria, es decir, señalar el cometido, no de ganar unas elecciones, sino de tomar por asalto las calles.

Para eso, para poner sitio y destruir a las «oligarquías» capitalistas, conformar política y organización al dorado medio de la eficacia y la templada voluntad de las sufridas clases medias, ceñirla al triste páramo de la medianía española, a la voluntad de esa muchedumbre atónita y desclasada que ha resultado de cuarenta años de restauración borbónica, es o una estafa, otra estafa más o una soberana tontuna.

No, la estructura estaliniaca de partido que va a imponer Pablito Iglesias, no justificada en la eficacia, sino en los sentimientos irracionales, animalescos, que despierta la parusía de un redentor deseado, no es inocente. Lo que Pablito quiere no es «eficacia», es descontrol, irresponsabilidad y libre arbitrio del jefe en el trono de la organización. Eso amputa cualquier posibilidad de que en Podemos tome cuerpo la polvareda humana de los míseros, de los siervos, de la humanidad fungible.

Que no, que el Emperador va desnudo y no cabalga sobre la majestad de un soberbio caballo negro, sino a lomos de una pobre, vieja y tiñosa burra renqueante. Verdes las han segado… otra vez.

PD. Dígase lo mismo para IU.

http://www.publico.es/551910/vamos-a-construir-una-maquinaria-de-guerra-electoral

MISERABLES

Eddy Sánchez

Eddy Sánchez

Toda la responsabilidad del aparato de IU Madrid en el asunto de las tarjetas queda sobre las espaldas de un diputado regional de tercera o cuarta fila (Antero Ruiz) que pagó con ese dinero la fianza de un recurso judicial de IU. Este hombre no es un Moral Santín, un ladrón que hizo fortuna robando. Pilló un poco, pero pilló para su partido, de donde se sigue que, inevitablemente, su partido lo sabía, y ahora, en una rediviva del mejor cinismo estaliniaco, de ese que se debe a las aquilatadas tradiciones del PCE contra trotskistas, monzonistas, titistas, comoreristas, antonistas, claudinistas, etc. etc., el aparato responsable de haber amparado, consentido, sustentado y en su momento, nombrado, a los que, no sólo robaron, sino que aportaron su complicidad a la privatización de la Caja; dice que el responsable político directo es este Antero Ruiz.

Ángel Pérez, Gregorio Gordo o ese acicalado «hipster» que atiende al nombre de Eddy Sánchez, no tienen nada que ver, no digamos ya el propio Miguel Reneses, hombre sobre cuya mesa confluyen todos los hilos del aparato de IU y que supo, muy pronto, hacerse imprescindible para Cayo Lara. Ninguno de estos es «responsable político directo», ninguno de estos, ni siquiera el tal Eddy, que ha reconocido (porque no lo podía negar, está publicado) su numantina defensa de un roedor como Moral Santín, tiene responsabilidad alguna. La tiene toda un pobre diablo ofrecido en sacrificio.

Era evidente que esto iba a pasar. Sólo los japoneses se hacen el seppuku, pero no es la primera vez. En vísperas de las últimas municipales se imputó al sevillano Torrijos por corrupción en el asunto Mercasevilla. El día antes IU, con mucho aparato, había hecho público su decálogo contra la corrupción: ningún imputado sería candidato… Pero el imputado Torrijos, el más entregado de los muchos amantes que tienen los centollos y las cigalas, sí fue candidato. Lo consiguió abriendo un blog y publicando un artículo titulado «la corrupción está en Madrid» donde señalaba con su dedo acusador, perfumado con los aromas de muchas langostas y langostinos, a Miguel Reneses. El asunto se arregló. IU declaró que el caso de Torrijos era una vil maniobra electoralista contra IU y se añadió que el Decálogo no se refería a los imputados, sino a los acusados, matiz jurídico importante pues entre uno y otro momento procesal pueden mediar años.

El horizonte es desolador, el presente está devastado, la historia enterrada y la esperanza congrega ilusos alrededor de los faldones de la túnica de un ilusionista. ¡Maldita sea mi pena negra!

http://www.eldiario.es/politica/IUCM-Antero-Ruiz-Caja-Madrid_0_314619560.html

DE ILUSOS E ILUSIONISTAS

Asamblea fundacional de Podemos

Asamblea fundacional de Podemos

Es un prestidigitador, un tahúr admirable. Ha vendido a precio de potra lizzipana una vieja burra sarnosa y son tan grandes las ansias de que suceda algo, que a lomos de la pollina todos se sienten galopar.

Es inevitable que la tropa de Somosaguas, los de «La Tuerka», Pablito, salgan triunfantes de la Asamblea y varias cosas sucederán con eso:

1.- Izquierda Anticapitalista, la organización fundadora de Podemos, será pasada por la quilla. Se acabó cualquier referencia explícita al único enfrentamiento decisivo, es decir, a la ilegitimidad del capitalismo.

2.- La estructura organizativa, que sí es fundamental porque de ella depende la «institucionalización» del partido, su contención dentro de los ámbitos de poder capitalistas, replicará casi con plena exactitud la organización de los viejos partidos estaliniacos, con ciertos cambios de nombre, eso sí: Un Congreso, un Comité Central (Consejo Ciudadano Estatal) de competencias limitadas y un Secretario General (aquí ni el nombre cambia) que nombrará un Politburó (Consejo de coordinación) único órgano ejecutivo con poder real pero siempre menor que el que acumula el Secretario General.

3.- Los mecanismos revocatorios y de control, de convocatorias extraordinarias de la Asamblea por parte de los militantes y otras formas «nuevas» de participación, se verán sometidos a tales condiciones restrictivas, a tales exigencias de avales y porcentajes, que será un fenómeno esotérico ver que alguno de esos controles se pone en marcha y alcanza su cometido.

De esta manera, lo que tenemos es a un individuo que ya declara que lo eficaz está por encima de los principios, mandando como un Stalincito blando y acogedor y siendo el garante de un programa keynesiano subalterno y feudatario de la creencia en que otro capitalismo mejor es posible.

El trilero este citaba ayer una carta de Marx relativa a la Comuna de Paris («Estos parisienses que toman el Cielo por asalto«) pero me parece que la cita adecuada es la del Dieciocho Brumario: «La historia se repite dos veces, la primera como tragedia, la segunda como farsa»… y si es en España donde la historia se repite, la segunda vez siempre será como esperpento.

IMPOTENCIA

"La Gente", el nuevo sujeto revolucionario descubierto por Podemos

«La Gente», el nuevo sujeto revolucionario descubierto por Podemos

Nos estamos creyendo que un aparato electoral con éxito presume la quiebra del sistema. Alegremente nos convencemos de que el ominoso régimen del 78 se desmenuza como corresponde a la materia deleznable que es; nos creemos que el sistema asentado en las tupidas redes caciquiles, sustitutas del Jarrapellejos pre republicano, creadas por los dos partidos y medio que legitimaron y aguantan la II Restauración borbónica, se deshace y nos lo creemos porque se aprecia un cierto reajuste electoral que puede poner en peligro las mayorías absolutas en los parlamentos.

Así, en este erial de huérfanos de tradición (la traditio es lo que se arrastra al presente desde el pasado, lo que nos consiente no anularnos en la perplejidad que es no comprender nada) leo cosas como esta, dicha por Angel Luis Lara, sociólogo, profesor de la universidad de Nueva York y activo «militante» o «gente» o «ciudadano» o como demonios se diga ahora, de Podemos:

«Cabe pensar que la apuesta de Podemos por activar una especie de significante vacío que libere su propuesta política de las amarras de lo viejo tiene que ver con esta idea».

¿Un significante vacío? ¿Una novedad? ¿Una sustitución de las banderas rojas y negras, cual dice en el artículo este hombre, por las máscaras de Vendetta, como instrumentos de un nuevo significado?. Este nuevo significado es, vuelvo a citar al mismo personaje, el que se denota en que: «Entre otras muchas cosas, el 15M ha desnudado eso. “No somos ni de izquierda ni de derecha”, dice la PAH. “El debate político izquierda-derecha es de trileros”, recalcan desde Podemos».

Algo de razón hay en esto, en lo de que la antinomia izquierda-derecha se ha vuelto una añagaza de tahúres de barrio chino, porque la izquierda era el cuestinamiento de la propiedad frente al simulacro de la democracia parlamentaria y era ¡ y es! sobre todo, la voluntad de destrucción del aparato estatal capitalista y la creación, ex novo, de un cimiento económico en el que el beneficio económico no sea la secuela de la apropiación privada y violenta del trabajo ajeno; no un keynesianismo humanitario que es lo que ahora pretenden tan modestamente los partidos de «izquierda».

Así, en lo que denuncia Podemos y otros personajes salidos de las últimas movilizaciones pacíficas, en esa oposición entre lo viejo y el «sentido común», el no ser ni de izquierdas ni de derechas, está la seña de su cinismo y su impotencia, porque ni Podemos ni ningún otro grupo pone en crítica y entredicho, la propiedad privada. Gimen, solamente, porque al populacho desclasado, se le de protagonismo político y quieren tal cosa en medio de una estructura productiva que existe porque al populacho desclasado o a la clase obrera o a la clase obrera desmenuzada, se le priva, por las buenas o por las malas, con fútbol o a tiros, de todo protagonismo político.

La vaciedad, la vacuidad del discurso de Podemos o del Frente Cívico o de Guanyen o de lo que sea, en pocas cosas se delata más que en ese nuevo verbo, pedante e inútil del «empoderamiento» que más o menos intuyo que viene a significar otorgar poder al individuo frente a las plutocracias. Un órgano de poder no es la voluntad y capacidad de votar. El poder, al pueblo o al proletariado, no se le da mediante una aplicación de móvil, sino con la fuerza, digo más, para que no haya equívocos, con la fuerza de las armas ejercida mediante órganos de representación propios, de clase, porque, a ver si os enteráis idiotas, los de abajo están abajo porque son fuerza de trabajo, no saqueadores de la fuerza de trabajo, porque están para trabajar para otros, no para sí mismos, porque viven de una nómina, no de los beneficios y dividendos de su capital.

Por otra parte, la banalidad del mundo en el que prospera Podemos y sus frutos, no es menos espantosa. Un cómico, Willy Toledo, levanta huracanes cuando dice lo evidente, pero un libro, «Por el bien del imperio», de Josep Fontana, pasa desapercibido como si hasta aquí no hubiéramos llegado a través de acontecimientos concretos, como si la realidad no fuera contingente y como si cada nuevo adolescente con inquietudes estuviera en condiciones de recrear el conocimiento del mundo, de tener «ideas propias» y valiosas sólo porque su ignorancia le hace creer que viejas idioteces decaídas y desechadas, son novedades muy originales.

Podemos es un discurso vacío, es cierto, pero también es un fraude su supuesta «nueva forma de hacer política», su pretensión de «empoderamiento». No habían pasado ni meses desde su irrupción, cuando la cuadrilla de Somosaguas ya se las arreglaba para oponer a los «círculos organizados», a su militancia activa, el valor de «la gente». Pablito Iglesias sabe -esto se da en la facultad de sociología- que en los círculos puede ser contestado pero que dando el poder a «la gente», presentándole a plebiscito telemático una opción acabada a una masa de individuos desorganizados y aislados, esta votará lo único que puede votar, lo que conoce sin esfuerzo, lo que conoce pasivamente, lo que es famoso. Con el discurso ñoño de que quien importa es «la gente», este muchacho pone sobre la mesa lentejas que si se quieren se toman o si no se dejan, es decir, se asegura que quien mande en el nuevo invento sea el Comité Central.

Pero es que Podemos nos es cualitativamente distinto de Izquierda Unida o del PCE. IU-PCE es una organización inevitablemente muerta y descompuesta. Su discurso político no tiene nada que enfrentar a la banalidad de Podemos. Lo que sí tiene es una larga historia de colaboracionismo con el régimen. Voy a poner aquí dos citas, porque esto ya es demasiado largo, y con eso será bastante:

En noviembre del 82 el minero Gerardo Iglesias, por entonces Secretario General del PCE, decía lo siguiente: «No habrá variación de la política del PCE en relación a realidades como la Monarquía, el Rey o la bandera de España, porque, si es cierto que, en su día, cuando Santiago Carrillo lo planteó -y fue quien defendió con más calor su aceptación- se suscitaron incomprensiones en el seno del partido, hoy éstas ya no existen, sobre todo porque, si hemos dicho que no nos opondríamos a la forma de Estado en la medida en que la Monarquía no obstaculizara el sistema democrático, lo que se ha demostrado es que el Rey no sólo no ha sido un factor de rémora, sino claramente positivo».

Un poco antes, en el 79, un día después de que la policía del Gobierno Suárez, lealmente sostenido por el PCE, ametrallara a los estudiantes en la calle Embajadores de Madrid, asesinando a dos de ellos, CC.OO emitía un comunicado en el que llamaba a los obrero a «no seguir convocatorias de huelgas u otras acciones similares al margen de nuestro sindicato». Con esta medida, según explicó Fidel Alonso, se trata de evitar que el movimiento obrero se vea inmerso en una espiral de acción-reacción». Ni que decir tiene que ni CC.OO ni el PCE convocaron ninguna movilización.

Así podríamos seguir hasta el día de hoy, hasta su silencio actual, hasta su keynesianismo presente, hasta su actual institucionalidad y su transversalidad electoral, acumulando náusea sobre náusea.

No, la impotencia de Podemos no es distinta de la impotencia de IU, así que es mentira, es una patraña, que «el miedo esté cambiando de bando» ¿o es por miedo por lo que el invertido Rajoy (y no lo digo por su condición sexual, sino por su perversidad pública) ha prometido a la alemana de vientre dos veces insaciable, una segunda fase del saqueo, en la que se robarán a la clase obrera española otros 50.000 millones más?.

http://elpais.com/diario/1979/12/15/espana/314060408_850215.html

http://elpais.com/diario/1979/12/14/espana/313974011_850215.html

http://elpais.com/diario/1982/11/13/espana/405990017_850215.html

https://www.diagonalperiodico.net/la-plaza/23715-cayo-y-asustadoras.html

SERGUEI, EL HIJO MENOR DE TROTSKY

Serguei L. Brontein

Serguei L. Brontein

Tras dejar de recibir noticias suyas, Trotsky escribía esto de su hijo Serioja: “Cada vez que pienso en Serioja, es con ansiedad en el corazón. En cuanto a Natalia, ella no piensa, ella porta sobre sí, constantemente, una profunda angustia. Todo ocurre como si nosotros le hubiéramos ofrecido en sacrificio”.

Serguei L. Brontein, el hijo menor de Trotsky, que no siguió a su padre al exilio, fue deportado en 1936 después de varios meses de prisión y enviado al campo de concentración de Vorkuta, donde participó en una huelga de hambre de los «trotskistas» . Según Pierre Broué “Después de la guerra Natalia (su madre) pudo mantener correspondencia con hombres que le habían conocido en el campo de Vorkuta del que fue sacado en 1938 para ser conducido a Moscú y finalmente ejecutado.

Es indudable que, antes de recibir el tiro de gracia, el hijo pequeño de Trotsky, debió sufrir interrogatorios intensivos, de cuya aplicación la GPU tenía el secreto y que habían roto ya a tantos revolucionarios. A pesar de que a él le faltara lo que su padre llamaba «el resorte interno», a saber, la convicción y la lucidez política, resistió, a diferencia de muchos otros, porque él era el hijo de Trotsky”.

 

DEVOTOS

Vladimir Alexandrovich Antonov-Ovseyenko junto a Companys en Barcelona

Vladimir Alexandrovich Antonov-Ovseyenko junto a Companys en Barcelona

Hace algunos años me crucé con la hija, una de las hijas, de Antonio Jover, fidelísimo militante del PCE que adquirió cierto protagonismo no conocido de todos y en cuya casa, por ejemplo, estuvo cobijado Sánchez Montero…

La mujer, muy orgullosa de su padre, lo que está muy bien, y de la gloriosa historia del PCE, lo que arroja sombras sobre sus capacidades, me contó que el tal Antonio Jover, durante la guerra, había trabajado con Antonov Ovseenko, cónsul soviético ante la República.

Ah ¿sí?. Habría sido de interés conocer a tu padre y sus recuerdos de la época. ¿Sabes que Antonov Ovseenko fue llamado de vuelta a Moscú?.
-Sí, mi padre era muy amigo suyo.
-¿Y sabes que fue llamado a Moscú para ser fusilado?.

Silencio, mirada de desconcierto y un cierto rictus agrio en la cara. Seguí hurgando en la herida.

Claro, tanto tu padre como tú estaríais al corriente de que Ovseenko fue fusilado por Stalin a su vuelta de España ¿no?.

El rictus agrio ya era de biliosa hostilidad. Esa mujer tenía delante a un «anticomunista» o, pero aún, a un «trotskista».

-Sí, bueno, nosotros no teníamos la información completa. Si tuvo un comportamiento criminal le fusilarían.
-Ya, pero era un viejo bolchevique, probado en la revolución y la guerra y tu padre le conoció de cerca, trabajó para él y dices que fueron amigos ¿estuvo trabajando tu padre para un traidor criminal? ¿No se planteó tu padre nunca que fuera un hombre inocente?
-Nosotros no teníamos la información que tenía el camarada Stalin.

A esta profunda letrina había sido arrojada la revolución, a esta descomposición de la inteligencia y de la decencia fueron llevados sus militantes, así se convirtió en canallas abnegados, en monos de organillero a esa tropa de fieles, de devotos, ciegos y necios, patéticos fantoches del desastre… ¡Maldita sea mi pena negra!.

SOLVET ET COAGULA

Santiago Alba Rico, "teórico" de Podemos

Santiago Alba Rico, «teórico» de Podemos

Que este hombre diga cosas como que «el policía también es un trabajador» no es que me importe mucho… pero que mal rayo me parta, también lo es el verdugo y no por eso ambos, verdugo y polizonte, dejan de ser «trabajadores» del aparato represivo…, enemigos, digo yo.

Lo que sí me llama la atención son los sofismas de cinismo tan vano como este: «El capitalismo es revolucionario pero no reformista, y la izquierda tiene que ser reformista. Pero como el capitalismo es una rebelión continua contra los límites, la revolución tiene que ser una revolución contra la revolución, y su objetivo debe ser el de establecer límites, fijando un orden social en el que se pueda intervenir para reformarlo. Y eso implica también ser conservadores»

Lo que recurriendo a la referencia (que no cita) que hace, unos párrafos más arriba, de Walter Benjamin, un hombre que está demasiado alto como para que Alba Rico lo pueda leer, sustenta la afirmación de que el capitalismo es «revolucionario» y la revolución es poner bridas al capitalismo, en definitiva, reformarlo, hacerlo humanitario.

Vamos a ver, idiota, el capitalismo sólo es tal porque transforma el trabajo humano en mercancía, el propio trabajo, la propia capacidad de trabajar (no que el trabajo alumbre cosas que luego son mercancías, sino que él mismo es una cosa introducida en el tráfico mercantil). En estas condiciones, el trabajo es cosificado y como la única manera de cosificar el trabajo es cosificar a su expresión natural, el ser humano, éste también es transformado en cosa y no en una cosa individual e imprescindible, sino todo lo contrario, en género fungible e irrelevante.

¿En estas condiciones, estos que retornan al reformismo de principios del XX y que lo venden como lo nuevo contra lo viejo, aprovechándose de la indocumentación e ignorancia de tanto muchacho con buenas intenciones, quieren reformar la sustancia del capitalismo para volverle humanista y ciudadanesco?

Son los nuevos alquimistas, se ve, y han descubierto un, también, nuevo «sujeto revolucionario»: «el hombre común», la «clase media asustada» porque ahora resulta que la revolución no es la destrucción radical del capitalismo, sino la reforma clemente de su naturaleza depredadora…

Si los idiotas volaran viviríamos a la sombra… No, viviríamos en la más impenetrable de las tinieblas… y no sé ya si no es ahí donde estamos viviendo.

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-09-12/la-izquierda-esta-ante-una-oportunidad-historica-que-no-se-repetira-en-50-anos_190740/

FRENTE ÚNICO… ¿CON QUIÉN?

El nuevo sujeto revolucionario español

El nuevo sujeto revolucionario español

No soy enemigo de los programas mínimos o no lo soy siempre y cuando no se haga de ellos un programa máximo, siempre que no se pretenda que no hay nada más allá o que más allá está el Más Allá de una «segunda venida» de Lenin.

Por tanto tampoco soy enemigo de los frentes unitarios que ahora avientan muchas esperanzas… ¿Pero frente único con cualquiera, como dice Anguita o Podemos? ¿Frente también con todas las víctimas de la plutocracia, de la oligarquía, que no de la «casta», porque cuando las cosas tienen un buen sustantivo no hay por qué cambiárselo?

Manolo es carpintero y víctima de la plutocracia. El hombre tiene su negocio y había hecho guita, había vivido holgadamente desde que dejó de ser aprendiz a pesar de las crisis del 73, del 75, del 80… pero ahora ya no. Se ahoga, blasfema. Ha caído en la cuenta que es gobernado por ladrones y lo más suave que dice es que hace una cosa sobre «las tetas de la Virgen para que el niño mame mierda».

Cierto, Manolo el carpintero es una víctima de la oligarquía y lo sabe, por tanto es una de esas personas que el Frente Cívico, IU y Podemos tratan de reclutar como sujetos de la revolución democrática.

Pero Manolo tiene su negocio y en su negocio trabajaba un aprendiz al que ha tenido que despedir e indemnizar, y eso que hacía sobre las tetas de la Virgen, también lo hace sobre Paquito el aprendiz y toda esta gentuza que no son más que unos inútiles a los que, encima de estarlos enseñando un oficio, hay que pagarles y a los que, cuando las cosas vienen putas, hay que indemnizarles aunque para eso Manolo el carpintero tenga que llevar un mes comiendo macarrones con tomate. Y lo que ya es el colmo, también hay que pagarles vacaciones para que descansen, cuando resulta que la última vez que Manolo estuvo en Gandía fue hace cinco años, cinco años que se ha pasado partiéndose el lomo sin quejarse a nadie y sin que nadie le pague las vacaciones… Y, encima, el desgraciado de Paquito cobra paro, que paga Manolo con sus impuestos y cotizaciones, y se queja. Le dan dinero por no hacer nada y todavía se queja, el hijoputa.

Manolo también es una víctima de la Agencia Tributaria, de las «ayudas» a los bancos, de la quiebra de las autopistas, de todos esos fiascos y está hasta la zona genital de que le ordeñen dinero para los banqueros, sí, pero también para todos esos bribones que no hacen más que quejarse y pedir ayudas, como su vecino Remigio al que le dan cuatrocientos euros porque tiene a la suegra tonta en casa. Manolo también hace lo que le hacía a las tetas de la Virgen sobre Remigio. Él lleva quince años con la suegra metida en casa jodiéndole la vida y nadie le ha dado un duro y, además, la puta vieja no se muere ni con matarratas y, cuando por fin se muerda la lengua y se envenene, tendrá que pagarle el entierro, así que a todos esos de la «dependencia» les iba a enseñar él a estacazos lo que son ayudas.

Manolo lleva trabajando como una mula desde los catorce años y anda mal de los huesos y peor de la úlcera que le tienen que operar, pero cuando va al ambulatorio pierde la mañana entera porque la consulta está hasta arriba de moras, de negros, de gitanos, de rumanos… así que vuelve a hacer lo que le hacía a las tetas de la Virgen sobre los moros, los negros, los rumanos, los gitanos y su puta madre, y no es que Manolo sea, en su carpinteril condición, un racista, pero, como él dice, un país es como una familia y la familia es lo primero y luego vienen los demás y aquí resulta que como los españoles somos gilipollas, primero van los moros y él va el último.

Manolo el carpintero hay noches que llora. Va a perder su negocio y suerte que tiene la casa pagada, pagada rompiéndose el lomo durante lustros. Por eso mira con carpinteresca cólera a esos de la «PA». Coño, las deudas hay que pagarlas, como ha hecho él toda su vida, y estos desgraciados, que se han metido en trampas con eso de que si no te metes no sales y de que alquilar es tirar el dinero, ahora se pasan el día jodiendo el ascua para quedarse gratis con las casas que no pagan. De esta manera, Manolo vuelve a hacerles a los de la «PA» y los desahucios, lo que le había hecho a las tetas de la Virgen y eso que, a estas alturas, ya tiene las tripas tan vacías como las de una guitarra…

A ver, «camaradas» ¿de verdad me estáis diciendo que Manolo el carpintero es un sujeto revolucionario? ¿de verdad creéis que hay un programa mínimo que permita a Manolo el carpintero unirse a los obreros, a los asalariados, a los que viven de su nómina, para marchar con ellos a las barricadas de una revolución, aunque sea una revolución democrática? ¡Venga ya!.

GÉNERO AVERIADO

Iñigo Errejón

Iñigo Errejón

En una entrevista reciente, Iñigo Errejón, uno de los muchachos de Somosaguas, dijo lo siguiente: «hoy la pelea fundamental es entre las posibilidades democráticas o el cierre oligárquico, y que por tanto, incluso hasta con las más tímidas transformaciones, hay que abrir procesos de ruptura en el que la soberanía popular vuelva a delimitar el tipo de contrato social entre sectores de lo que ha sido el centro izquierda en Europa, que pueden estar dándose cuenta y que pueden estar basculando en una dirección similar».

Esto aclara, me parece que definitivamente, lo que quiere y busca el «grupo promotor» de Podemos: organizar a los sectores de centro-izquierda para que sean posibles las «más tímidas trasnformaciones» políticas que devuelvan (como si alguna vez la hubiera tenido) la soberanía al cives, al ciudadano, al individuo dotado de derechos.

Se diría que eso ya lo inventó el PSOE en Suresnes, pero lo cierto es que estos jóvenes de Somosaguas se plantean otra cosa distinta al Estado dadivoso de la socialdemocracia europea. Lo que quieren es una democracia en la que individuos conscientes, autosuficientes y libres redacten y suscriban el Contrato Social, es decir, quieren lo que quería Voltaire, Tocqueville o, incluso, Robespierre, es más, quieren lo que quería John Locke; quieren la rediviva de las formas de gobierno de la Liga Hanseática y estas son las premisas de sus silogismos:

1.- La reacción se ha expandido tanto, ha conquistado de manera tan completa el campo de batalla, que afirmaciones que eran ya vanas en el XIX se han vuelto subversivas y eso es cierto en muchos sentidos. Hoy Alexis de Tocqueville es un subversivo. Es más, hemos llegado a la pavorosa situación en la que la jurisprudencia del Tribunal Constitucional de hace ocho o diez años, se ha vuelto subversiva. De este modo, para Iglesias y los muchachos de la facultad de Somosaguas, el mero planteamiento de los topoi democráticos, elementales en los últimos doscientos años adquiere la capacidad de subvertir este contubernio de la restauración borbónica e, incluso, bases sustanciales del capitalismo moderno.

2.- Pero además, como hemos retrocedido tanto, como la reacción ha ganado tanto terreno, que las consignas de 1830 se han vuelto otra vez subversivas, éstas pueden servir para movilizar una mayoría abrumadora de la población, sin distinción de símbolos ni clases, mucho más aún, cuando la plutocracia gobernante se ha separado como «casta» independiente, hasta de sus propios cimientos sociales, hasta de su propia clase. Eso permitirá llamar a filas a pequeños empresarios, tenderos, votantes de cualquier partido tradicional… a toda aquella muchedumbre que debió hacer la revolución liberal en España sin conseguirlo durante cien años.

3.- Afirmado que esos topoi básicos, protocapitalistas, pueden ser asumidos por todos y que, por eso mismo, se pueden ganar unas elecciones, el problema de ganarlas será un ejercicio de mercadotecnia, de forma que aquí no se buscará ni una modificación de la conciencia objetiva ni una acción revolucionaria que por serlo es, como los tiranos griegos, ajena a la ciudad y la ley, es decir, una imposición violenta; sino la atracción de clientes, que se buscan allá donde están, en el centro de la campana de Gauss o, para entendernos, en el centro drecha-izquierda del público electoral, que es la masa que siempre ha determinado qué partido de la II Restauración gobernaba.

Sin embargo, subversivo no quiere decir revolucionario y, sobre todo, lo que es falso, es que la acción política pueda desplegarse independientemente del poder económico, y lo que también es falso es que exista un individuo, una mónada autosuficiente y racional, que pueda decidir en el foro, en el espacio de la isonomía, la forma que, con sus iguales, da al contrato social.

¿De verdad nos creemos, por ejemplo, que vamos a nacionalizar la banca, a expropiar el aparato financiero, sin hacer valer los argumentos contundentes que que salen de la boca de un fusil?

Lo que no pueden los chicos de Somosaguas, por ingeniosos y brillantes que sean, es suprimir trescientos años de capitalismo y, mucho menos, los últimos setenta años de la posguerra. No pueden, ni podrán hacer que las formas políticas de este siglo XXI sean ajenas al poder y al interés económico de una plutocracia mundial que impera y que ha hecho que el que fuera el «individuo» autónomo y racional del siglo XVIII, devenga en material fungible y, en términos políticos, por completo irrelevante. No pueden evitar que en un capitalismo en que el contrapoder obrero ha sido vencido, el sistema productivo tenga mucho más que ver con Auschwitz que con cualquier otra cosa.

Podemos es una materia proteica que, como el cura Gapón, todavía podría provocar un incendio, lo dudo, pero los chicos de Somosaguas, lo quieran o no, no son más que chamarileros vendiendo género averiado… Lo aterrador es que tampoco hay nada mejor.

¿TROTSKISTA?

León Trotsky

León Trotsky

No sé, a estas alturas, qué es ser «trotskista». ¿Sentir admiración por un valiente, por un cerebro privilegiado y por un escritor brillante, por un hombre irreductible, de pié, solo frente a los poderes más atroces de su tiempo? ¿Pensar que la revolución, como destrucción de los aparatos de poder del enemigo es la única forma de transformación radical del sistema? ¿Que las clases existen y también la lucha de clases y que los órganos de representación obrera han de ser libres? ¿Que al camarada se le discute pero no se le asesina? ¿Que «socialismo en un solo país» es una contradicción en los términos? ¿Que la revolución se extiende, al menos, a los principales territorios de la producción capitalista o acaba… o acaba como han acabado las que hemos conocido? ¿Que la tiranía burocrática y la disciplina perruna de los militantes no tiene nada que ver con un partido u organización revolucionaria, sino que es contrarrevolución? ¿Que la autogestión obrera de la producción no tiene nada que ver con el dominio de un jefe designado por otro jefe? ¿Que el socialismo no es la servil latría a un Conductor providencial?… No sé, porque yo creía que esto era marxismo.

MALDITO SERÁS AL SALIR Y MALDITO AL ENTRAR

Diciembre de 1979, acto de homenaje a los dos estudiantes asesinados por la policía en Madrid

Diciembre de 1979, acto de homenaje a los dos estudiantes asesinados por la policía en Madrid

A principios del invierno de 1979 se vivió la última movilización que pudo derribar un gobierno. Las fábricas ardían contra la aprobación del Estatuto de los Trabajadores, la universidad y las enseñanzas medias estaban en huelga y tomaban la calle y el Gobierno de Suárez decidió recurrir al plomo y la pólvora para recuperar la iniciativa.

En la noche del viernes 14 de diciembre, a la altura del número 6 de la Ronda de Valencia, en Madrid, la policía ametrallaba una manifestación de estudiantes que pretendía unirse a la de CC.OO y mataba a dos muchachos. Los testigos declararon luego que los asesinos bailaron sobre los charcos de sangre que los muertos habían dejado en el suelo. Pocos meses después, los matones de Fuerza Nueva asesinaban a Yolanda González, representante en la Coordinadora de Estudiantes de enseñanzas medias.

¿Por qué un Gobierno escuálido, que se deshacía de día en día se creyó en condiciones de disolver en sangre la mayor movilización que se había producido desde 1975? Porque en eso no estuvo sólo, porque se le garantizó la paz social, porque se reafirmó el compromiso de claudicación, porque tuvo cómplices.

El día 15 de diciembre, el día después de los asesinatos, CC.OO emitía un comunicado en el que llamaba a los obrero a «no seguir convocatorias de huelgas u otras acciones similares al margen de nuestro sindicato». Con esta medida, según explicó Fidel Alonso, se trata de evitar que el movimiento obrero se vea inmerso en una espiral de acción-reacción».

No era, por tanto, la derrota del gobierno y la retirada del Estatuto lo que pretendía Comisiones Obreras, entonces un brazo del PCE. Su principal objetivo era contener la reacción de los obreros, ahogar la huelga general, evitar que el movimiento obrero entrara en una marcha ascendente de movilización.

El mismo día 15 de diciembre, con la sangre de los muertos aún caliente, Simón Sánchez Montero, uno de esos canallas dúctiles que igual que babearon las botas de Stalin, lamían los zapatos de Carrillo, a la sazón Secretario Político del PCE de Madrid, decía lo siguiente en la VI Conferencia del PCE:

«Nosotros continuamos en la línea de la concentración o cooperación democrática, que necesita, en primer lugar, del entendimiento de la izquierda.» y después, para tranquilizar al Gobierno sobre la acción de masas del PCE exponía cuáles eran sus fines negando que ésta supusiera «un desprestigio de las instituci9ones democráticas y que el PCE llevaba la misma política en el Parlamento que en la Calle; y para que se supiera qué era esa política añadió: «No pueden sino desear el fortalecimiento de la democracia aquellos que más han luchado por conquistarla». Es decir, que el PCE procuraba el fortalecimiento del aparato estatal posfranquista, el de la recién inaugurada II Restauración.

Finalmente, dando a Suárez garantías de que allende el PCE tenía las manos y las balas libres, este sujeto, sin otra seña moral que la de cumplir las órdenes recibidas, indultaba al Gobierno por las muertes causadas y por las que estaban por llegar: ‘El Partido Comunista apoya totalmente la acción de masas, pero no la algarada».

PCE locuto, causa finita. A partir de 1980 la reacción tuvo libre el paso… y pasó.

Ahora, lo confieso, me entrego a un cierto regodeo concupiscente viendo las caras de asombro, el pasmo que recorre los despachos de la calle Olimpo. A veces, sólo a veces, se recoge lo que se siembra, pero lo que aquí no pasa nunca es que aprendamos de nuestros fiascos. Para eso somos impermeables.

http://elpais.com/diar…/…/12/15/espana/314060424_850215.html

FUE LA REVOLUCIÓN SOCIAL

Assemblea de membres de Consells d'Empresa i Comitès de Control de les col·lectivitzacions de la Revolució Llibertària (I Jornada de la Nova Economia)

Assemblea de membres de Consells d’Empresa i Comitès de Control de les col·lectivitzacions de la Revolució Llibertària (I Jornada de la Nova Economia)

La colectivización de la industria y el campo durante la revolución española no fue ningún fenómeno marginal, ni siquiera sólo agrario. Tras el 19 de julio no había más poder que el de los obreros en armas, ni tampoco más propiedad que la de los Consejos de empresa y los Comités de control de las colectividades. No se trató de la «nacionalización» de la industria y la tierra, ni siquiera de la fundación de cooperativas dentro del régimen de propiedad y mercado capitalista, fue la propiedad colectiva de los obreros sobre los medios de producción y, con ello sólo se pudo acabar tras la rendición de la CNT-FAI en mayo del 37 ante republicanos y estalinistas.

Burnett Bolloten tenía razón cuando escribió que «La Revolución Española, fue en muchos casos más profunda que la Rusa, no hay parangón en la historia de un caso de encubrimiento internacional, de los hechos, como éste».

 

Las colectividades libertarias en España, Gastón Leval

Colectivizaciones: La Obra Constructiva de la Revolución Española. Agustin Souchy

Las colectivizaciones enCatalunya (1936-1939) Antoni Castells Duran

Decret Col.lectivitzacions Catalunya 1936

LA REVOLUCIÓN PERMANENTE. FRANZ MEHRING

Franz Mehring

Franz Mehring

Franz Mehring, fundador de la Liga Espartaco junto a Luxemburg y Liebknecht y autor de una de las pocas, poquísimas, biografías de Marx que tenemos.

«La Bastilla también fue tomada por asalto por los obreros de los suburbios de Saint Antoine, también son los obreros berlineses los que han triunfado sobre los guardias prusianos en la victoria del 18 de marzo de 1848 sobre las barricadas. Pero los héroes de estas revoluciones al mismo tiempo han sido sus víctimas; desde el día de su victoria, la burguesía les ha arrebatado el precio de su victoria. Y de esto se han muerto finalmente las revoluciones basadas en el modelo de 1789
….
Con justeza un historiador de la gran revolución francesa – Tocqueville, si no me equivoco – dice que un régimen que se derrumba nunca es más débil que en el momento en que comienza a reformarse. Y esto vale mucho más que para la realeza decadente en Francia, para la autocracia decadente en Rusia. Porque toda su maquinaria gubernamental está podrida de cabo a rabo. A partir que dimita y renuncie a la apariencia de solidez que ha mantenido penosamente hasta ahora, estará sin defensa contra todo choque vigoroso. De hecho, tiene necesidad de «calma a cualquier precio» si debe restablecerse sobre una nueva base. Esta es la pérfida significación de esta consigna que, esperemos, haya terminado de cumplir su funesto papel».

http://www.marxists.org/espanol/mehring/1905/nov01.htm

«EL CAMARADA STALIN ESTÁ DURMIENDO»

Leopold Trepper, el jefe de la Orquesta Roja (“Die Rote Kapelle”)

Leopold Trepper, el jefe de la Orquesta Roja (“Die Rote Kapelle”)

El único hombre en el que el sátrapa confió hasta más allá del último momento, fue Hitler. Ya no se discute que Dzhugashvili, ese visionario de la revolución mundialmente fracasada, ignoró una vez tras otra, las informaciones que advertían, detalladamente, del día, la hora, la disposición de tropas, los planes de ataque y las líneas de avance de la operación Barbarroja.

Ignoró la información suministrada por americanos e ingleses, pero, aún más la proporcionada por sus propios hombres, por sus propios servicios, por el admirable trabajo de la mejor y más eficiente red de espionaje de aquellos años: Die rote Kapelle, la Orquesta Roja.

En pocas cosas se puede apreciar el grado de miseria humana que Stalin cultivó a su alrededor, como en la circular (citada por Bullock) enviada el 20 de marzo, por el general Golikov, jefe del servicio de información del ejército, a los agentes del GRU: «Todos aquellos documentos en los que se afirme que la guerra es inminente han de ser considerados como falsificaciones procedentes de fuentes británicas o incluso alemanas». Golikov no podía dejar que los hechos contradijeran el criterio de su amo.

Al desencadenarse el ataque alemán el oseta sanguinario había dejado el Kremlim camino de su dacha de Kuntsevo. Cuando el almirante Kuznetsov intentó informarle de los bombardeos sobre Sebastopol no pudo encontrarlo. A las tres treinta de la madrugada Zhúkov y Timoshenko tenían noticias de los bombardeos sobre Minsk, Kiev y los estados bálticos. Zhúkov disponía del número personal del camarada Stalin, así que llamó directamente a Kuntsevo. Cuando consiguió comunicar, el general de servicio le respondió: «El camarada Stalin se encuentra durmiendo».

Días después, al ser puesto al corriente de la situación de Minsk, el gran timonel, el genial estratega, el sol de la revolución, perdió la compostura. rompió en gritos e insultos, luego pidió su coche y ordenó que le llevaran a casa. Entre el 23 y el 30 de julio no existen órdenes ni documentos firmados por Stalin. Durante tres días nadie le vio ni supo de él. Sobre ello su hija Svetlana escribió:

«No había podido adivinar ni prever que el pacto de 1939, que consideraba como el resultado de su enorme astucia, sería violado por un enemigo mucho más astuto que él mismo. Esta fue la verdadera razón de la profunda depresión que sufrió a comienzos de la guerra. La causa de su abatimiento fue su fabuloso error de cálculo político. Incluso cuando la querra ya había terminado, adquirió el hábito de repetir: ‘¡Ah, junto con los alemanes hubiésemos sido invencibles!’. Pero jamás reconoció sus errores».

En realidad parece que el abatimiento de este miserable, que quería ser invencible junto con los nazis, no se debía ni siquiera al bochorno que le causaba su propia estupidez, sino al terror pánico de ser detenido y pasado por las armas. Mucho después, en mayo del 45, les decía a sus podencos: «gente distinta a vosotros habría dicho a su gobierno: no habéis sabido estar a la altura de nuestras expectativas. ¡Fuera! Pondremos a otro gobierno que pueda concluir la paz con Alemania!».

El seminarista había matado hombres y los había sustituido por peleles a los que él mismo despreciaba, por eso, Leopold Trepper, el jefe de la Orquesta Roja, tenía razón al decir:

«El estallido de Octubre se extendió en la oscuridad de los sótanos subterráneos. La revolución había degenerado en un sistema de terror y de horror: los ideales del socialismo estaban ridiculizados por un dogma fosilizado que los verdugos tenían todavía la desfachatez de llamar marxismo. Todos los que no se sublevaron contra la máquina stalinista son responsables de ello, colectivamente responsables. No hago excepciones y no escapo de este veredicto«.

Lo insólito, lo que hace hervir la sangre, es que el hombre que hizo eso, que encarnó eso, sigue ensuciando el aire presente con el polvo de sus cenizas, que aquella mendacidad asesina se ha prorrogado y nos alcanza, que aún hoy esa polvareda se levanta y colabora con el enemigo para enterrar lo sucedido y prevenir lo que podría suceder, que la latría al impostor persiste, que persiste su impostura, que su ponzoña no se deteriora.

ABANDONAD TODA ESPERANZA, LOS QUE AQUÍ ENTRÁIS

Pablo Iglesias Turrión

Pablo Iglesias Turrión

Como asnos sonámbulos volvemos siempre al mismo pesebre… vacío. Ya nos hemos resignado con nuestra condición burresca. Con un sordo rebuzno, cada uno entona su salmo: de profundis clamo ad te, Domine… exaudi vocem meam… in vocem deprecationis meae… Atiende, amo, la voz de mis súplicas pues tengo derechos, soy un asnal ciudadano cargado con el fardo de mi ruciesca dignidad, exaudi vocem meam pues pido lo posible y no lo imposible, me atengo al sentido común, no me destruyas pues ¿quién cargará tus alforjas, Domine?

En julio del 36 hubo guerra porque en mayo del 36 la legalidad republicana, el Frente Popular, no mató a mano airada a una docena de generales, no les mandó llamar y les levantó la tapa de los sesos de un pistoletazo. Limitados al contorno de las mayorías parlamentarias, todos aquellos petimetres fiaron el progreso y la democracia a gente como Niceto Alcalá Zamora, un terrateniente andaluz corrompido. Durante la guerra se ahogó la revolución en el lodo de la unidad, cosa de «sentido común», con pusilánimes irrelevantes como Azaña y Companys. Alboreando ya el espanto inevitable, los «comunistas» y su socio Negrín, desde lo profundo volvían a clamar a Franco por una «reconciliación nacional» entre los «buenos españoles». En el 75, esos mismos elementos, aquellos Carrillos, Pasionarias, Claudines, Sánchez Monteros, aquellos mendaces supérstites de la catástrofe que ellos mismos cultivaron, volvieron, cosa de «sentido común», a amancebarse con el franquismo y desde lo profundo clamaron al amo, por la democracia y la Constitución: exaudi vocem meam, Domine…

Lo mismo década tras década y sobre lo mismo, el mismo fiasco y ahora, en medio de una derrota de consecuencias más profundas y más persistentes que la del 39, se nos vuelve a aparecer este Nazareno, este Galileo, el «sentido común» hecho verbo, para decirles a los bienaventurados, a los pobres de espíritu, a los que no tienen agallas para poner cerco y asaltar los Cielos, que no hay que ser de «izquierdas» porque eso sólo daría un dos por ciento de los votos en unas elecciones.

Tiene su lógica, siempre y cuando todo lo que se pretenda sea ganar unas elecciones y sólo eso, porque si no hay que ser de «izquierdas» para no extrañar al tendero reaccionario, al sargento chusquero, a taxista estafador, al patrón negrero, a la vieja verdulera, a la beata teresiana con éxtasis de puta, a la «mayoría social», que son todos ellos; ganadas las elecciones, nada se deberá hacer que expulse del círculo a todo este lumpen, a toda esta muchedumbre, a toda esta materia descompuesta que es la «mayoría social» española.

Pero no importa, porque dice el «sentido común» que es mejor unir que dividir, sumar que restar, amasar que separar; no importa porque el Galileo redivivo, en su parusía, ha dicho que «otro capitalismo es posible» y así vuelve el pollino a su noria y el cabrón a su sabbat.

Pero que no se me interprete mal, porque los otros, los que sí se reclaman de «izquierda», aquellos de la «reconciliación nacional» y el «comunismo en libertad», de la «demanda agregada». no son mejores, no son distintos ¿o no vamos ya para cuarenta años oyéndoles decir lo mismo y viéndoles hacer lo mismo?: «otro capitalismo es posible» con la misericordia del amo.