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¿COMO SE PUEDE SER TAN ABYECTO, TAN RUIN, TAN IMBÉCIL?

Andreu Nin en Moscú

Andreu Nin en Moscú

No iba a escribir nada sobre esto. No merece la pena. Los huesos de Andreu Nin fertilizan alguna de las cunetas de Madrid, porque en España las cunetas son sepulcros, y eso no cambiará; pero por lo que a mi me toca en la injuria, en el despreciable dicterio de este imbécil, de este que dice llamarse José Guillén y que firma el artículo de marras en «larepublica.es» sobre Nin, habrá que decir algo.

En la página en cuestión, un libelo estaliniaco, el sujeto este, muy ingenioso, hace befa del asunto colocando una imagen con el logotipo de la CIA y las fotografías de una señora que no conozco y del propio Nin. Así ilustra la nueva pista que este tonto a las tres nos proporciona sobre el paradero de Nin: «¿Dónde está Nin? En Washington o en Berlín», dice el despabilado.

Concretando un poco: al hilo del homenaje dado a Andreu Nin en el parlamento de Cataluña el gaznápiro saca varias conclusiones para volver a pegarle otro tiro en la cabeza al difunto, al matado, al hombre cuyo valor y altura, este gusano no alcanza ni a imaginar. ¿Cuáles son esas conclusiones? ¿Cuál es el abortado fruto de ese intento de ejercicio lógico? Más o menos estas:

1.- La burguesía catalana homenajea a Nin 76 años después de su asesinato, ergo Nin era un burgués catalán o un agente de la burguesía catalana. Este es un argumento irrefutable, por eso como Stalin suscribió y respetó un pacto con Hitler, sequitur necesario que Stalin era un agente de Hitler ¿no?.

2.- Que Nin fue y sigue siendo instrumento de la voraz burguesía catalana que está ordeñando despiadadamente a la clase obrera de la «región» -luego veremos que si escribo «región» es porque el pavo este nos ha salido jacobino- se prueba, inevitablemente, porque con ese homenaje dicha burguesía quiere volver a la política desmobilizadora de la reconciliación entre clases. Este es otro argumento irrefutable. Por eso, cuando este cretino se refiere al PSUC de los tiempos de la guerra como «antifascista consecuente» y defensor de la unidad de los republicanos, está afirmando que ese PSUC defendía la reconciliación con la burguesía nacionalista catalana y con el gobierno burgués de Companys, lo mismo que los otros partidos de obediencia estaliniaca hacían con la ocurrencia de los «frentes populares» en todas partes, luego el PSUC también fue un instrumento de la burguesía catalana ¿no?.

3.- El homenaje de Andreu Nin en el parlamento catalán ha servido de ornato a las pretensiones independentistas de la burguesía catalana y este majadero nos descubre que lo que realmente pasa con eso es que el independentismo está impulsado por Berlín y la Troika, ergo Nin es un instrumento y agente de Berlín y de la Troika. Contra esta bachillería reconozco haberme quedado desarmado. Hay puntos de inflexión en la curva de la sandez a partir de los cuales ya no es posible el uso de un lenguaje articulado.

4.- No hay -dice el buena pieza- ninguna prueba concluyente de que Stalin ordenara la muerte de Nin. Claro, no se publicó el decreto en la Pravda. En cambio hay sobradas pruebas concluyentes de que este José Guillén es un tonto a las tres.

5.- Pero aunque así hubiera sido -continúa el papanatas- si los verdaderos comunistas del PSUC no le hubieran dado matarile a Nin, habrían sido este y sus secuaces y compinches de la CNT los que habría paseado a los auténticos comunistas. Este argumento sí que es brillante. Consiste en la aplicación de la teoría estaliniaca del «enemigo objetivo». No has hecho nada, no eres culpable de nada, no has mostrado ser un traidor, un enemigo, un asesino… No hay el menor indicio de actividad criminal, pero como lo que te estoy haciendo o te voy a hacer no te va a gustar, tienes motivos objetivos para devenir en mi enemigo, así que te liquido «ad cautelam».

6.- Corolario de lo anterior es lo siguiente. El PSUC, partido de los verdaderos comunistas, defendía la unidad de las fuerzas republicanas contra el fascismo. El POUM y Nin, por el contrario, se enfrentaban a las facciones burguesas de la República, luego debía ser liquidado… Y lo fue. Vamos a ver ¿pero no habíamos quedado en que Nin era un anticomunista y un instrumento de la burguesía nacionalista catalana porque ésta participaba en el homenaje del parlamento catalán? Pues entonces si el PSUC defendía la unidad con la burguesía nacionalista catalana de la República, también sería un instrumento de igual tipo y catadura ¿no?. Hombre, no, es que los tiempos son distintos. En el 37 había que sumar todas las fuerzas posibles contra el fascismo. Claro, pero ¿qué fuerza tenía Companys? ¿Cuántos hombres movilizó? ¿cuántas trincheras defendió? Aunque hubiera querido hacerlo no hubiera podido y, además… si es que la guerra se perdió, si es que esa política de «unidad» con los partidos burgueses no impidió la derrota, suponiendo que no llevara a ella, así que volvemos al punto de partida: los «verdaderos comunistas» aliados y agentes de la burguesía nacionalista catalana. La conclusión debía haber llevado a los dirigentes del «verdadero comunismo» a pegarse un tiro en la sien al grito de «slava Stalin» porque «objetivamente» eran traidores. ¿No?.

Sí, idiota, el POUM estaba «en contra de la unidad republicana» (no merece la pena entrar en matices) es decir, estaba a favor de que la situación de doble poder salida de julio del 36 se resolviera a favor de la clase obrera y de las organizaciones revolucionarias. Puede que eso no hubiera impedido la derrota en la guerra, pero lo que es seguro, lo que no se puede negar, lo que es un hecho consumado, es que la política de la «unidad republicana» si terminó con Franco desfilando por Madrid.

Esto, que a estas alturas sólo debería ser material para diatribas entre historiadores, parece que sigue siendo cosa de actualidad política porque también sigue siendo cierto que «cada día que amanece, el número de tontos crece».

http://www.larepublica.es/2013/06/homenaje-a-andreu-nin-en-el-parlamento-de-catalunya-anticomunismo-de-izquierdas-disfrazado-de-memoria-historica-y-revolucion/