Enterrada dos veces, por fascistas y por estalinistas, la obra de Grandizo Munis (Manuel Fernández-Grandizo Martínez) es una de las más brillantes que tenemos sobre la guerra y la revolución españolas y también de las mejor escritas.
«En ningún sitio como en España los muertos han impedido tanto obrar a los vivos. Trasponiendo esta idea a los hechos, digamos que la elocuencia impotente de los republicanos del 37, la nulidad y las concupiscencias de los del 31, el humanismo ñoño y la laxitud humillante de los socialistas, les vino en gran parte de las clases decadentes que dirigían la sociedad. Su incapacidad para aislarse de ellas, concentrándose en la formación revolucionaria de las nuevas clases, les convirtió, a su vez, en decandentes. Esa es la causa que ha dado al pasado el triunfo sobre el porvenir, en los numerosos intentos de superación hechos por el país desde comienzos del siglo XIX. ¡El lastre histórico de España ha de ser arrojado por la borda! Es lo que voy a intentar en este capítulo, en espera de la próxima oportunidad práctica».